martes, 8 de febrero de 2011

El Feminismo Liberal

Continuando con el tema del feminismo, y aunque de forma general, voy a explicar brevemente los tipos de feminismo más importantes que han ido surgiendo a lo largo del tiempo. Ya comenté sobre su nacimiento y los primeros feminismos y a continuación haré hincapié en las características del feminismo liberal, que aunque tiene cosas en común con los demás, cada uno posee alguna particularidad.

El sufragismo parecía haber quedado desactivado tras el reconocimiento del derecho al voto femenino, pero adelanta los grandes temas del feminismo de la segunda mitad del siglo XX e inicia un nuevo camino en la teoría feminista. Es en los años sesenta cuando surge una nueva ola del Feminismo, que plantea nuevos temas de debate, nuevos valores sociales y una nueva forma de autopercepción de las mujeres. Este impulso se desarrolló desde tres perspectivas que marcaron distintas visiones sobre la situación de las mujeres: el feminismo liberal, el socialista y el radical.

El feminismo liberal tiene su origen en la teoría feminista ilustrada y sus vindicaciones en los años sesenta y setenta eran muy similares a las ilustradas, luchaban por la igualdad y por la libertad y autonomía moral de las mujeres. La máxima representante del feminismo liberal es la Organización Nacional para Mujeres (NOW), creada, entre otras, por Betty Friedan en 1966. La escritora norteamericana, en su obra más conocida, La mística de la feminidad, publicada en 1963, analiza la realidad femenina y la profunda insatisfacción de las mujeres estadounidenses con sus vidas, ya que las mujeres estaban reprensadas como esposas y madres. Su libro tuvo varias críticas y por tanto escribe otra obra en 1981, La Segunda Fase, donde profundiza en los nuevos problemas de las mujeres que, a pesar de que ya pueden acceder a puestos de trabajo público, no han logrado aún una verdadera igualdad.

Por tanto, el feminismo de Betty Friedan evolucionó de las tesis formalistas estrictamente liberales hacia unas ideas más cercanas a la socialdemocracia, aunque manteniendo el individualismo como la noción central de su teoría. El feminismo liberal se vio obligado a abandonar los postulados liberales más duros para aproximarse al feminismo radical de raíz socialista a fin de lograr sus objetivos, como de hecho ha sucedido. En definitiva, las ideas adelantadas por Betty Friedan, la exclusión de la esfera pública, la injusta discriminación a la que están sujetas las mujeres, se convierten en el foco de atención del feminismo liberal en las siguientes décadas.



Elena López

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